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Hedy Lamarr: La madre del WIFI

Avanzamos hacia el futuro

Atenuado ya el ruido mediático en torno al Día de la Mujer, seguro que estaremos más receptivos a escuchar y valorar la historia de esta magnífica mujer, tan inteligente y valiente como bellísima.

Nacida en Viena en 1914 de padres judíos, se veía claro que Hedy era brillante y superdotada. Tan es así, que a los dieciséis años empezó sus estudios de ingeniería, aunque tanto talento acumulado le generaba tal maremágnum de curiosidades, que pronto la empujó fuera de las matemáticas y la física para sumergirse en el mundo del teatro y el cine.

Ni corta ni perezosa, no tardó en triunfar, ni tampoco en dar claras muestras de su osadía al convertirse en la primera mujer que apareció desnuda en una película comercial, allá por 1933. Aunque eso no era nada para lo que iba a venir después.

Casada por obligación de sus padres con un industrial proveedor de material de guerra para los ejércitos de Hitler y Mussolini, sufrió durante años el maltrato de un marido celoso y obsesivo que nunca la dejaba sola y que empleó gran parte de su tiempo en comprar todas las copias de la mencionada película. Vamos, un socio de honor de los clubes Machistas Sin Fronteras y Ponedores de Puertas al Campo.

Hedy, lejos de rendirse, retomó sus estudios, planeó su fuga y, entretanto, aprovechó las amistades de su marido para identificar y entender detalles técnicos de las armas nazis que, una vez libre e instalada en Estados Unidos, pasó a los norteamericanos.

Entre película y película de Hollywood, donde llegó de la mano de Louis B. Mayer (de los Metro Goldwyn Mayers de toda la vida), dedicó su tiempo a descubrir y patentar la tecnología de espectro ensanchado y salto de frecuencias, que fue la base de los primeros sistemas de guiado de armas vía radio y la base conceptual de las comunicaciones radio digitales y el WiFi de nuestros días.

Tan avanzado fue el concepto para su época que no fue utilizado en la Segunda Guerra Mundial por dudas sobre la viabilidad de su implantación práctica. Fue durante los años de la Guerra Fría, los felices sesenta, cuando se comenzó la implantación de sistemas reales basados en esta tecnología.

Para aquellos que no la conozcáis, no tendréis que esperar mucho. Una de sus películas más famosas, Sansón y Dalila, siempre cae por Semana Santa; así que ahí la conoceréis en un par de semanas.
Sin duda, una mujer ejemplar y admirable a la que todos debemos muchísimo.


Pedro Piñar

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